grafiti rural

    Josemi Lorenzo Arribas en sus «grafitos históricos» en el rinconete del Instituto Cervantes describe con grandes dosis de cariño, nuestro siguiente diseño de acción. Dejo en sus palabras una de las jornadas mas divertidas de nuestro proyecto rural.

    En las fiestas del pueblo, cada año, los creativos y esforzados habitantes preparan alguna. El diseñador y creativo Alberto Crespo, uno de los vecinos, pergeñó en 2014 una propuesta grafitera sorprendente. Consistió en pedirles a niñas y niños del pueblo, de Papoula, escuela libre, que dibujaran su casa con pinturas a la cera. Después de realizar cada infante un borrador sobre papel, la cosa fue plasmarlo en la pared de una de las viviendas deshabitadas del pueblo, sobre su propio aparejo de piedras desiguales. Cierto es que al final las personas adultas que estaban al tanto de la propuesta, y observaban con envidia su desarrollo, dejaron también su impronta de la misma forma.

    Para verlo en su integridad, mejor pasarse por el pueblo antes de que las lluvias arrecien sobre las casas, las silueteadas, y las de verdad.
Ojalá los muros de la casa que hizo las veces de lienzo vuelvan a habitarse, y con ello a protegerse, a revocarse, a aislarse de animalillos y de los hielos del invierno, que por estos pagos aceran sus cristales y parten o mueven lo que se ponga por delante. Y queden las casitas pintadas con ceras por debajo de tales revocos, ofreciendo nueva superficie como soporte de ulteriores mensajes.

    Quizá alguna vez, bien porque un fragmento del mortero caiga, o por otra circunstancia, las casitas esquemáticas reaparezcan, para sorpresa de los futuros ojos que hubieran de verlas. Y, con su candor, esta explosión cromática quizá necesite explicación. ¿Quiénes las hicieron? Es seguro que muchos grafitos históricos ante los que enhebramos complicadas teorías para explicarlos respondan, realmente, a cuestiones mucho más prosaicas. Estos grafitos no son históricos, pues son bien actuales, pero la originalidad de la idea, de la técnica empleada y de su ejecución bien justifica una entrada en esta serie. Quede este rinconete como testimonio para facilitar la labor del historiador que quiera hurgar en su origen.